La paciencia de los pasajeros ante el retraso de un vuelo por mal tiempo, tuvo una curiosa recompensa: pizza para todo el vuelo.
Un piloto de la aerolínea Frontier tiene todos los números para ganarse el premio al empleado del mes, pues lo que hizo con su tripulación y pasajeros no tiene precio.
La nave, que experimentó un retraso debido al mal tiempo y tuvo que demorar su despegue hizo que los 160 ocupantes tuvieran que esperar para llegar a su destino en Denver, ciudad a la que esperaban llegar para la hora de cenar.
Al parecer, el piloto quiso tener un gesto con todos y llamó a una sucursal de Domino’s pizza en Cheyenne, Wyoming, comprando 35 pizzas para repartir entre los hambrientos viajeros.
Así, el encargado de la pizzería que recibió el pedido, puso a sus empleados manos a la obra y una tras otra, todas las pizzas fueron elaboradas y llevadas hasta el aeropuerto, donde el repartidor fue escoltado por trabajadores del aeropuerto hasta dentro de la nave, donde finalmente pudo repartirlas.
Seguramente, el enfado o molestia por el retraso que debían llevar los pasajeros fue compensado con creces cuando vieron aparecer las pizzas por la puerta.
Y es que ante las dificultades, no hay nada como tener un buen empleado que saque de un apuro a su compañía.