Se trata de una tecnología que ahorra consumo de energía a la empresa, porque al identificar y comunicar dónde hay gente se puede regular de forma más eficiente la luz y la calefacción. Tiene otras ventajas. Por ejemplo, permite localizar de forma inmediata a las personas, y eso ayuda a su posible evacuación en caso de emergencias.
Los empleados reciben las comunicaciones en tiempo real en sus dispositivos móviles, lo que les ayuda a evitar desplazamientos innecesarios dentro del edificio; así, por ejemplo, si reciben la notificación de que la cafetería está llena, pueden decidir posponer el café para más tarde.
La empresa acaba de celebrar en París, con la presencia de sus máximos directivos, una jornada internacional con periodistas de todo el mundo para informar de sus últimas soluciones de eficiencia energética.
El presidente de la compañía en España y Portugal, Patrick Gaonach, aprovechó la cita para anunciar la creación este año de “un centro de excelencia” en Barcelona de “ciudades inteligentes”, junto con el ayuntamiento y un consorcio de empresas, incluida Schneider Electric, con el objetivo de definir una plataforma para este tipo de urbes extensible a todo el mundo.
En este ámbito de ciudades “inteligentes” se enmarca el “software” de gestión Gilif (Give Life to Real Estate) para medir la ocupación de espacios en edificios, que por el momento se ha empezado a implantar en inmuebles empresariales, pero podría ser trasladable a otros espacios como centros comerciales o museos, según sus responsables.
Esta tecnología podría ayudar a localizar niños extraviados o personas con enfermedades neurodegenerativas. Además, evitaría sustos tan desagradables como dejar encerrado por error a alguien únicamente por desconocerse que hay alguien dentro.
El área que detecta cada uno de estos sensores es de 15 metros cuadrados. Su implantación se combina con un sistema de radiofrecuencia y chips RFID de identificación personal que los empleados llevan adosados en portatarjetas. El chip carece de daños para la salud, porque tiene unas emisiones bajísimas (un millón de veces menos que las de un teléfono móvil con WiFi, y diez millones menos comparado con la conexión 3G).
Otra de las ventajas del sistema es que es anónimo al borrarse automáticamente los datos personales de la persona identificada una vez obtenidos. La tecnología sólo desvela su ubicación y el tipo de vinculación con la empresa (visitante, empleado, personal directivo).