De acuerdo, se puede acusar a Delsey de haber copiado a Bluesmart, una brillante idea que sorprendió a finales del año pasado en una campaña de crowdfunding, pero lo cierto es que el fabricante francés ha sabido reaccionar a tiempo presentando una maleta que recoge parte de las novedades de Buesmart, mejorándolas notablemente y con el marchamo de la casa.
Comentábamos el año pasado que a estas alturas de la película sorprende comprobar cómo todavía hay productos en el mercado que han quedado fuera de toda innovación, y uno no tiene claro si es porque realmente ya no hay margen de maniobra, o bien porque a ningún emprendedor se le ha ocurrido mejorarlos. Uno de ellos, es sin duda, el segmento del equipaje. Sí, hemos visto accesorios de todo tipo para nuestras maletas, pero en realidad, el grueso de los fabricantes se han centrado en mejorar materiales, cierre y capacidad. Pero… ¿y la tecnología?
Bluesmart demostró con el entusiasmo de los usuarios (la financiación marcada como objetivo se alcanzó en apenas un par de horas), que ya era hora de disfrutar de alguna comodidad en algo tan cotidiano como una maleta, en especial para los más viajeros. Delsey tomó buena nota: aquel producto proyectado por unos emprendedores inexpertos abrió sin duda el camino, pero un fabricante de renombre en el sector como el galo podía sin duda mejorarlo y poner en el brasero toda su capacidad.
Y lo ha hecho. Su maleta ha sido bautizada como Plugagge, un juego de palabras entre plug (enchufe) y lugage (equipaje), y es que tiene un poco de ambas cosas. El principio de esta maleta tipo trolley consiste en facilitar las cosas a los más viajeros, e incorpora para ello una serie de funciones, todas ellas gobernada como no podía ser de otra manera mediante una app, y no cabe duda que va a encandilar a los que acostumbren a dejarse la suela en las terminales.
La maleta como centro de todo
En el proyecto Bluesmart, sus promotores se esforzaron sobre todo en mejorar la maleta en sí, aplicando para ello el uso de la tecnología y el smartphone, y también incidieron, aunque en menor manera, en el viajero y su experiencia de uso. Pues bien, Delsey y con todas las millas que lleva encima, ha dado la vuelta a la tortilla y ha enfocado todo proceso de mejora de su producto en lo segundo, en dotar a sus clientes de la mejor experiencia de uso posible, aplicando para ello, lógicamente, la tecnología.
