Sorprende a fieles y curiosos en la plaza de San Pedro.
El papa Francisco rompió el protocolo y apareció por sorpresa en las inmediaciones de la plaza de San Pedro del Vaticano, para sorpresa de fieles y curiosos que lo recibieron con aplausos y vítores.
Más de dos horas antes de su tradicional rezo dominical del Angelus, el pontífice se acercó a una de las vallas que circundan la plaza.
En el estilo informal que ha caracterizado sus primeros días de papado, habló con el jefe de seguridad y le indicó que quería saludar a dos sacerdotes, a quienes abrazó cariñosamente.
Posteriormente, se dirigió a la iglesia de Santa Ana, dentro del Vaticano, donde celebró la misa dominical a la que tradicionalmente asisten los residentes en este pequeño Estado.