Este lunes se celebrará en Boston el primer maratón después de los atentados del año pasado donde fallecieron tres personas y más de 260 resultaron heridas. La ciudad se divide entre aumentar la seguridad en la totalidad del recorrido o mantener el espíritu de superación que siempre ha caracterizado el maratón más antiguo del mundo.
Por el momento, todo apunta a que será una carrera con muchos participantes. De hecho, los corredores no se han acobardado y pasarán de 27.000 que corrieron el año pasado a 36.000 que serán este año. Además, se espera que más de un millón de personas acudan a disfrutar de la carrera.
Por ello, el estado de Massachusetts ha duplicado el número de policías durante todo el recorrido y se espera que también aumente el número de voluntarios, alrededor de 10.000. Aunque las autoridades han asegurado que es casi imposible controlar a todas las personas que acudan al evento.