1. “Sí, como no”. No seas iluso, si crees que realmente te ha creido todo lo que les has dicho, olvídalo. Ella en realidad te está dando una oportunidad para que digas la verdad, pues está apunto de explotar en ira. Mejor confiesa o busca una mejor excusa en un segundo.
2. “¿Qué?”. Usualmente lo dice en tono de quien no escuchó bien. Pero en realidad te está dando un chance para que pienses lo que dices y puedas resarcirte de lo comentado. De lo contrario, estallará la ‘tercera guerra mundial’, frente a tus ojos.
3. “Bien”. Usualmente las mujeres utilizan esta palabra para dar fin a una pelea con un hombre. Si eres varón y crees que llegó la paz a tu vida, pues estás equivocado. Ella en realidad está más molesta, pero con ello quiere quedarse con la última palabra. Así que es recomendable quedarse callado.
4. “Como quieras”. No es un acto gentil a tu libre albedrío. En realidad te da la razón, porque no quiere discutir más, pero sigue molesta.
5. “Nada”. En realidad su significado es todo lo contrario. Si te responde que no le pasa nada, en realidad le pasa ‘todo’ y está muy enfadada contigo.
6. “OK”. Escucha atento cómo te lo dice, si solo pronuncia dicha palabra y alzando la voz, pues es una mala señal. Con ella te anuncia que está muyyyyyyyyyy enojada. Y claro, con frecuencia, le sigue la siguiente frase:
7. “Haz lo quieras”. Aunque te imagines corriendo libre en una playa paradisiaca y con permiso a todo… En realidad ella te está diciendo que está molesta con la actitud que tomas frente algo y pobre de ti que sigas con tus planes.
8. “Gracias”. Si el tono es cortante o lo dice silabeando, pues en realidad te dice “no me sirve lo que dices”. Solo es cortés y lo recomendable es que sonrías y te quedes calladito.
9. “No te preocupes, yo lo hago”. No está siendo piadosa, ojo, está muy enojada porque no haces las cosas como te indicó o como deberían ser. En realidad lo estropeaste todo y prefiere hacerlo ella. Mejor quédate a un ladito y luego llévale algo de comer o beber.
10. “¿Quién es ella?”. Cuidado con tu respuesta. Usualmente ella lanza esa pregunta cuando ve que otra mujer te mira, te habla o se te acerca. Es una forma de marcar territorio, de saber quién es esa “bruja”, “buscona”, “bandida”, etc. que se acerca a su chico.