Más de 4 millones de inmigrantes indocumentados podrán dormir más tranquilos a partir de hoy. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado durante la noche del jueves la mayor regularización de inmigrantes de las últimas tres décadas. Por fin, millones de inmigrantes podrán optar a un permiso de trabajo y evitar así las deportaciones y la separación de familias. Se trata del comienzo de una reforma migratoria que comenzará a aplicarse a partir de la primavera de 2015.
Existen dos grupos concretos dentro de los 4 millones de indocumentados, la mayoría de ellos de origen latinoamericano, que se beneficiarán de estas medidas tomadas por el presidente. El primer grupo serán los padres de ciudadanos o residentes en Estados Unidos. Se trata de padres cuyos hijos han nacido en el país pero que viven con el miedo de ser separados de sus hijos en cualquier momento.
El otro grupo que podrá obtener un estatus migratorio serán aquellos inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años y que viven completamente integrados en la sociedad. Se trata de una medida similar a la que reguló a cerca de 600.000 dreamers en 2012.
Sin embargo, la medida no es definitiva. Al ser una regularización ejecutiva y no una ley del Congreso, el sucesor del presidente Obama podría revocarla en cuanto llegara al poder. Si la ley se llevara a cabo, los 11 millones de indocumentados que residen actualmente en el país tendría la posibilidad de lograr un estatus migratorio legal. Con estas medidas, se quedarán fuera más de seis millones de personas. Entre ellos, los padres cuyos hijos son dreamers. Sin embargo, ya no serán una prioridad en las deportaciones. Lo serán aquellos indocumentados responsables de crímenes o aquellas personas que hayan llegado hace poco al país.
Foto: Jim Bourg-Pool/Getty Images