Dwyane Wad, del Heat de Miami, vuleca la pelota en partido contra los Bulls de Chicago el domingo 14 de abril de 2013, en Miami. (Foto AP/El Nuevo Herald, David Santiago) MAGS OUT
MIAMI (AP) — Dwyane Wade estaba sentado junto a su madre tras el calentamiento previo a un partido hace unos días, un extraño momento tranquilo en una arena casi vacía y que en poco tiempo estaría llena con 20.000 ruidosos aficionados del Heat de Miami.
La madre de Wade llevaba colgado un arete en forma de uno de los dos anillos de campeonato de la NBA ganados por su hijo, lo cual quizá explique por qué hablaban de los playoffs de la NBA que están a punto arrancar. Hablaron sobre el título de 2006 y cómo sirvió de tributo a veteranos que no habían ganado un título como Alonzo Mourning y Gary Payton. Hablaron de la corona del año pasado, que fue la esperada coronación de LeBron James.
“¿Cómo serviría el tercero?”, preguntó Jolinda Wade.
Wade pensó por un momento, y después dijo: “Este es para mí”.
No dice eso en un sentido egoísta, sino más en el sentido de que un tercer campeonato desataría esa sensación de haber cumplido, después de 10 años de haber llegado a la liga con ese deseo. Wade es una estrella perenne que ha estado en tres finales de la NBA, y cuando arranquen los playoffs este fin de semana, el Heat parte como amplio favorito para estar ahí de nuevo.
Es rico, lo que siempre ha dicho que quería. Es famoso, que ha dicho que nunca quiso. Su legado como jugador está establecido.
Lo que queda, dijo, es ganar más títulos. Y el reto para el jugador que porta el número tres en su camiseta arranca este fin de semana, cuando el Heat abra la primera ronda de playoffs de la Conferencia del Este en casa frente a los Bucks de Milwaukee.
“Siento que necesito tres anillos. Lo demás sobra después de eso”, dijo Wade a The Associated Press. “Siempre he dicho que si puedo acabar mi carrera con al menos tres anillos… He tenido una carrera especial, pero me pondría en ese grupo especial en el que apenas unos cuantos pueden decir que están. Significaría mucho. Significaría mucho”.
En un año en que muchos hablan de sus cifras de anotación —21,2 puntos por partido, la más baja desde su año de novato, aunque siendo el octavo mejor de la NBA— están en declive, Wade tiene un porcentaje de acierto de disparos de más de 50% por primera vez. Y sólo cuatro jugadores de la NBA promedian al menos 20 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, grupo en el que están Russell Westbrook, Kobe Bryant, James y Wade.
Wade considera que la gente tiende a olvidar que la mayoría de esos llamados indicios de declive se dan porque él así lo ha decidido, que es algo derivado tras haber convencido a James y Chris Bosh a que vinieran a Miami en primer lugar.
“Es decir, hablemos de lo obvio”, dijo Wade. “La gente envejece. Eso es obvio. Sí, he envejecido. Sí, mi juego ha cambiado. Pero hablemos de producción. Soy un jugador productivo. Mis números lo muestran. Me gustan los números de eficiencia —más de lo que debería y me vuelve loco enfocarme en eso. Veo en la liga a jugadores encestando 41% de disparos y reciben palmaditas en la espalda. Yo encesto 52% (de mis disparos) y ¿estoy en declive?”