Sofía Vergara tuvo que someterse hace 12 años a una operación quirúrgica por la que le extrajeron un tumor maligno en la tiroides que estuvo a punto de costarle la vida. Aunque la artista se recuperó exitosamente y el cáncer no ha vuelto a hacer acto de presencia, Sofía podría estar obsesionada ante la posibilidad de padecer de nuevo la enfermedad, lo que le ha llevado a sufrir constantes ataques de pánico.
Para evitar sorpresas desagradables, Sofia acude al médico con frecuencia para hacerse una revisión y confirmar la total remisión del cáncer. Pero lejos de tranquilizarse ante la seguridad de la asistencia sanitaria, Sofía sufre un tortuoso día cada vez que tiene cita con el doctor ya que su memoria le hace evocar su terrible experiencia pasada.
Al parecer, la actriz latina tiene una llamativa cicatriz en el cuello que mantiene presente el recuerdo de su pasada enfermedad y, cada vez que se mira al espejo, no puede evitar preocuparse por lo que podría depararle el futuro.