Un autobús llamado Hangover Heaven circula por el bulevar de Las Vegas, y en su interior, las víctimas del exceso de alcohol son atendidas por un doctor, quien suministra una solución salina por vía intravenosa en el brazo izquierdo. Burke considera su negocio una práctica médica rodante, algo parecido al médico que ofrece rayos X, resonancias magnéticas o mamografías en una casa rodante.
“No creo que Hangover Heaven promueva la ebriedad. No elimino las resacas”, solamente las trato, agregó.
Burke dijo que su objetivo es acudir antes de una hora al hotel de la persona necesitada de sus servicios. Una vez en el autobús, el tratamiento demora menos de una hora y el básico cuesta 90 dólares. Por una suma adicional Burke acude a la habitación hotelera del paciente.
Fuente: Telemundo Denver
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