Adele estaba tan feliz cantando en su concierto en Birmingham (Reino Unido) cuando, en mitad de All I ask, tuvo un problema con el sonido. Se fue. Del todo.

Maldición. ¿Cómo sigue la cosa? Pues cualquier otro cantante igual se amilana, sin estar arropado por la música, pero Adele, sin cortarse, siguió cantando a capella como si nada pasara, que para eso tiene voz a chorros para regalar.

Aquí la puedes ver:

Tal como se ve en el video, colgado en Facebook y viralizado inmediatamente, el problema duró cerca de un minuto. Los técnicos lograron arreglarlo y el público, que no había dejado de acompañar a coro a su estrella, aplaudió tras el susto.

Adele no le dio importancia a lo ocurrido y sólo bromeó con que los fans de primera fila habían tenido “un concierto privado”de forma inesperada.

Lo que ha quedado claro es que lo suyo no es playback.

 

 

Deja tu comentario