Después de meses de negociaciones, la prestigiosa empresa de cosméticos y productos de belleza L’Oreal quedó “atónita” cuando Adele decidió rechazar un jugoso contrato de aproximadamente $19 millones de dólares que la casa francesa le ofrecía a cambio de ser su nuevo rostro.
Aunque no se han revelado los motivos de su negativa, todo parece indicar que la diva inglesa no es amante de la publicidad, y prefiere seguir viviendo sin perturbar su tranquilidad (y la de su familia) con el asedio de los paparazzi.
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